Fineo, un rey de Tracia, tenía el don de la profecía. Zeus, furioso con él por haberrevelado secretos de los dioses del Olimpo contra la voluntad de éstos, le castigó confinándole en una isla con un festín del que no podía comer nada, pues las arpías siempre robaban la comida de sus manos justo antes de que pudiera tomarla. Este castigo se prolongó hasta la llegada de Jasón y los argonautas, que enviaron a los héroes alados, los Boréadas, Calais y Zetes, tras las arpías. Éstos lograron espantarlas, pero no las mataron a petición de Iris, la diosa del arcoiris, quien prometió que Fineo no volvería a ser molestado por ellas. Agradecido por su ayuda, Fineo contó a los argonautas cómo superar las Simplegades para poder continuar su periplo.
LAS GORGONAS
En la mitología griega, una gorgona (en griego antiguo ‘terrible’) era un despiadado monstruo femenino, a la vez que una deidad protectora, normalmente se decía que era un monstruo ctónico (del inframundo). Su poder era tan grande que cualquiera que intentase mirarla quedaba petrificado, por ello se solían hacer esculturas de gorgonas en templos o lugares importantes alejarlos del mal, así que muchas veces la gorgona era símbolo de protección o amuleto, pues también aparecen en algunos escudos. Otro poder citado en la mitología griega decía que la sangre del lado derecho de una gorgona podía resucitar a los muertos, mientras la sangre del lado izquierdo era un veneno mortal instantáneo.
Las tres gorgonas por excelencia son tres hijas de las divinidades marinas Forcis y Ceto, Medusa, Esteno y Euríale.
Su aspecto es distinto según la fuente y el autor, por lo que no hay una definición exacta de su físico. La mayoría de descripciones coinciden en serpientes en lugar de pelo (especialmente gracias al mito de Medusa y Perseo), lengua de serpiente, colmillos, escamas y cinturón también de serpientes, garras, en algunas versiones alas y ojos hipnotizantes que convertían en piedra a quien los viese. En conjunto eran una mezcla entre humana y serpiente, pues eran rápidas, ágiles y sigilosas.
Vivían en el extremo Occidente, al parecer cerca del reino de los muertos en una colina con un vasto bosque.
MEDUSA
Medusa la más conocida por el mito de Perseo; era la menor de las hermanas y la única mortal y hermosa, pues había nacido con un precioso cabello dorado. Ejercía como sacerdotisa en el templo de Atenea (diosa de la guerra, el arte y la sabiduría).
Pero esta belleza atrajo a numerosos pretendientes, incluido Poseidón (dios de las aguas y el mar) que la violó en el mismo templo de Atenea. Para Medusa, haber sido violada (justo en el templo en el que ejercía de sacerdotisa) era razón suficiente para dejar la labor, pues un requisito era la virginidad. Pero no solo eso, Atenea se enfureció y los castigó a los dos, a Poseidón lo acusó de criminal ante los otros dioses del Olimpo, y a Medusa la maldijo convirtiendo sus dorados cabellos en serpientes y haciendo que sus ojos petrificasen a quien la viera para ser igual de monstruosa que sus hermanas y que nunca más se acercase un hombre a ella. Hecho esto, Medusa se convirtió a gorgona y fue vagando por el bosque junto a sus hermanas convirtiendo en piedra todo el que osase mirar a cualquiera de ellas.
MITO DE PERSEO Y MEDUSA
Medusa había quedado embarazada de Poseidón. Atenea entonces ordenó a Perseo (fundador de Micenas e hijo de Zeus y la mortal Dánae) que la asesinase. Perseo acudió primero a las Greas o Grayas (tres deidades marinas en forma de ancianas que compartían un mismo diente y un ojo con él veían el oráculo). Estas sabían cómo matar a una gorgonas, pero se negaron al desvelar cómo. Perseo les quitó el diente y el ojo mientras se los pasaban y así las obligó a decirselo. Debía conseguir unas sandalias aladas de las ninfas, una alforja para meter la cabeza de Medusa, una espada con forma de hoz, un escudo de bronce tan liso como un espejo y casco de la invisibilidad de Hades (dios del reino del inframundo).
Cuando Perseo consiguió todo esto, fue volando hasta el monte de Atlas. A partir de aquí hay varias versiones distintas sobre el asesinato de Medusa.
La más frecuente y aceptada que Perseo se hizo invisible y voló a una cierta distancia siguiendo a Medusa que entró en la cueva de las gorgonas (en otras versiones es un castillo o en la hierba) y fue a dormir. Entonces Perseo esperó un rato para asegurarse de que estaba sumida en un sueño profundo y entró. Se acercó a ella por detrás y de espalda viendo el reflejo del escudo. Atenea guió su mano para asegurar que el primer golpe de espada fuese el definitivo y le cortó la cabeza a Medusa, de ella (de la sangre) nacieron Pegaso (el caballo alado) y el gigante Crisaor. Sus hermanas se despertaron y vieron el cuerpo decapitado de Medusa y, furiosas, buscaron al asesino para vengarse, pero nunca encontraron a Perseo ya que se alejó volando con el casco de invisibilidad.
Utilizó la cabeza de Medusa en diversas ocasiones ya que el poder de petrificar seguía residiendo en la cabeza. Con ella convirtió en piedra al titán Atlas, al monstruo marino Ceto (para salvar a la que sería su esposa la princesa etíope Andrómeda), a Fineo (tío paterno y prometido de Andrómeda) y a su ejército que irrumpió en el banquete de bodas de la princesa y Perseo y por último a Polidectes y su corte.
Después le entregó la cabeza a Atenea que la puso en su escudo conocido como la égida.
ESTENO
Al igual que sus hermanas se dice que es hija de Forcis y Ceto, aunque otras fuentes dicen que de Poseidón y Equidna.
Esteno era la más salvaje e independiente de las tres, puesto que era la que más muertes humanas causaba.
Tenía un don distinto porque tenía la habilidad de concentrar su energía mental en la mirada, haciéndola capaz de atrapar las energías cercanas a su alrededor hipnotizando a sus víctimas y deteniéndolos en el acto.
Su principal labor era proteger los oráculos con pitias, serpientes que representaban la fuerza y no la adivinación. En honor a Esteno y a Euríale se hacían sacrificios, que consistían en llenar con sangre ritual los cimientos de esquinas, pilares y paredes de templos para otorgarles estabilidad y fuerza. El símbolo significativo de Esteno era la serpentina, la letra "S" que representaba la fuerza infinita, el tiempo (a veces era representada con dos caras, una mirando al pasado y la otra al futuro) y las puertas dimensionales al reino de la muerte.
EURÍALE
Al igual que sus hermanas, según una versión es hija de Forcis y Ceto y según otra de Tifón y Equidna. Es la mayor de todas en cuanto a edad.
Además de las características antes citadas generales, poseía garras de bronce, una boca enorme con colmillos de marfil, alas de oro, y cola de serpiente.
A pesar de ser un monstruo, representa la virtud, la piedad y es la única gorgona con sentimientos maternos. En varias obras se menciona que cuando Perseo decapita a Medusa, Euríale es quien la llora desconsoladamente. Es también la madre de Destino, creadora del mundo del Caos. Según algunas versiones, mantiene relaciones amorosas con Poseidón, resultando madre del centauro Pegaso, aunque ciertos autores argumentan que se trataba de otra Euríale, la hija del rey cretense Minos. Al igual que Esteno, protegía varios santuarios y oráculos en las montañas, (como el Oráculo de Delfos) y también cuidaba de las pitias.
CÍCLOPE
Los Cíclopes fueron una raza de gigantes de un único ojo en el rostro, de carácter hostil y naturaleza malvada. Algunos de ellos dominaban algunos fenómenos meteorológicos tales como las tormentas, los rayos y los truenos; otros eran más bien artesanos o constructores. Hay dos generaciones de Cíclopes.
Hay dos versiones sobre de dónde surgió el mito del Cíclope, una arqueológica y otra de los helenos de la Edad Oscura.
En la arqueológica, se cree que el mito surgió tras los descubrimientos de cráneos de seres gigantes con un orificio enorme en el centro de la cara, lo que hacía que pareciese la cabeza de un hombre con un solo ojo enorme. No obstante, ese podría haber sido el cráneo fósil de un mamut enano, y que ese gran orificio fuese la cavidad de la trompa. Ésta teoría fue propuesta por Othenio Abel, paleontólogo de la Universidad de Viena, en 1914. En la creencia de los helenos de la Edad Oscura, la explicación que dan es los enormes bloques pulidos, llamados ‘estructuras ciclópeas’, que se habían usado en las edificaciones micénicas en lugares como Micenas y Tirinto, sólo podían haberlas construido los Cíclopes, ya que eran los únicos que reunían la habilidad y fuerza necesarias esas construcciones tan monumentales.
Los Cíclopes de la primera generación eran hijos de Urano (dios del cielo) y Gea (diosa de la tierra) y mayoritariamente artesanos y constructores. Eran gigantes con un solo ojo en mitad de la frente y un temperamento horrible. Según Hesíodo (poeta griego) eran fuertes, testarudos y poderosos.
Había tres principales que eran Brontes, Estéropes y Arges y otros cuatro llamados Euríalo, Elatreo, Traquio y Halimedes, que supuestamente eran hijos de los tres primeros.
Urano temía su fuerza así que decidió encerrarlos en el Tártaro (cárcel cercana al inframundo cuyos prisioneros eran guardados por gigantes, cada uno con 50 cabezas y 100 brazos, llamados Hecatónquiros). Más tarde Cronos liberó a los Cíclopes, junto con los Hecatónquiros y los Gigantes. Le ayudaron a destronar y castrar a Urano, pero Cronos los volvió a encarcelar en Tártaro, con el mismo miedo que había tenido Urano ante ellos. Allí permanecieron hasta que Zeus los liberó de nuevo para que le ayudasen en su lucha contra Cronos y los Titanes. Forjaron rayos para que Zeus los usase como arma y le ayudaron en la guerra. Los rayos, que se convirtieron en el arma predilecta de Zeus, fueron forjados por los tres Cíclopes principales: Arges ponía el brillo, Brontes el trueno, y Estéropes el relámpago. Así los Cíclopes crearon el arma definitiva de Zeus y ayudaron a ganar la guerra.
Esta primera generación también creó el tridente que producía terremotos para Poseidón, el arco y las flechas de Artemisa y el casco de invisibilidad que Hades le dio a Perseo. Se puede decir que sin las habilidades de los Cíclopes, ningún dios del Olimpo hubiese tenido su propia arma.
Se dice que Apolo mató a los Cíclopes en venganza a Zeus, que había matado a su hijo Asclepio con un rayo forjado por los Cíclopes.
La segunda generación de Cíclopes fue una primitiva tribu de enormes monstruos de un solo ojo descubierta por Ulises en una remota isla.
Se decía que estaban estrechamente relacionados con los Gigantes y con una tribu fenicia, y que surgieron de las gotas de sangre que cayeron sobre Gea (la tierra) cuando Urano fue castrado.
Los dos Cíclopes más conocidos de esta generación fueron Telemo, un vidente y Polifemo (hijo de Poseidón y la ninfa Toosa). Este último es el más conocido por el mito de Odiseo, más conocido como Ulises.
Se cuenta que Ulises, un héroe de la Guerra de Troya, y sus compañeros llegaron a la isla de los Cíclopes y se aventuraron en una gran cueva. En ella entraron y empezaron a darse un banquete con la comida que había. La cueva era el hogar de Polifemo, quien pronto se topó con los intrusos y los encerró. Como se había comido todos sus alimentos, el Cíclope empezó a devorar a los hombres, pero Ulises tramó un plan para escapar.
Para hacer que Polifemo se confiase, le dio un barril lleno de vino muy fuerte sin aguar, diciéndole que era una disculpa por comerse su comida y que por tanto quería que su venganza fuese agradable con ese acompañamiento. Cuando se lo iba a zampar le preguntó su nombre, así que Ulises le dijo que se llamaba Outis, un nombre que puede traducirse como «Ningún hombre» o «Nadie».
Polifemo ya borracho se echó a dormir para seguir con la comida más tarde. Ulises y los hombres que quedaban cogieron una lanza y la clavaron en el único ojo de Polifemo. Éste empezó a gritar a los demás cíclopes que «Nadie» le había herido, por lo que entendieron que Polifemo se había vuelto loco y no hicieron caso. Por la mañana, Ulises ató a sus hombres y a sí mismo al vientre de las ovejas de Polifemo. Cuando el cíclope llevó a las ovejas a pastar, palpó sus lomos para asegurarse de que los hombres no las montaban, pues al estar ciego no los podía ver. Pero no tocó sus vientres, así que los hombres pudieron salir de la cueva.
Cuando las ovejas, y los hombres, ya estaban fuera, Polifemo se dio cuenta que los hombres ya no estaban en su cueva.
En un descuido del Cíclope, los supervivientes salieron corriendo rumbo a su barco. Ulises gritó a Polifemo «¡No te hirió ‘Nadie’, sino Ulises!». Desgraciadamente, no sabía que Polifemo era hijo de Poseidón. Este lanzó entonces una maldición sobre Ulises, junto con una pesada roca que cayó cerca de la embarcación, y debido a esto Poseidón causó gran cantidad de problemas a Ulises durante todo el resto de su viaje, aunque logró sobrevivir.